Saturday, June 10, 2006

Hace unos días tuve la oportunidad y el placer de departir junto a mi amiga Kinky Rose, con dos personajes de la U con los que había perdido contacto. Entre copa y copa de un más que meritorio ensamblaje (o blend para los más cuaticos) se fue desarrollando una conversación en torno a variados temas, escogidos de forma aleatoria todos ellos pero siempre marcados por el muy fuerte egocentrismo de todos los participantes.
La gracia de todo esto es que (y obviamente en el cariz señalado) en medio de la conversación, y a moco de nada, dije que mi vida era vacia. Fuerte declaración, que para ser sincero, en un primer momento me dejo también algo tocado. Bueno, lo de "también" es gratis porque no tengo certeza alguna de que el resto de los comensales (porque algo se comió) haya prestado atención a la que consideré osada declaración.
En fin, haciendola corta, me ausente un momento de la conversación (en forma figurativa se entiende, algo por lo demás no muy extraño en mi) para reflexionar etilicamente en torno al punto. No había que darle demasiadas vueltas al asunto en todo caso, el que mi vida fuera vacía era una verdad que por lo bajo podríamos calificar de axiomática (ahí estan todos quienes me conocen de testigos) y por lo demás tampoco constituye un drama personal. Y he que ahí en ese preciso instante mis contertulios hablaban de las cosas que los habían mantenido "pegados" en alguna parte de sus vidas, del tipo fanatismos varios. Cosas en resumen, que habían llenados sus vidas.
Para redondear y para verbalizar finalmente lo que aquí me convoca a destinar estos minutos a escribir este texto de caracter mamotrético, es que el exito en la vida se reduce a nuestra capacidad de llenarla con algo que nos permita olvidarnos de su carácter finito y futil y puta que me ha costado y que he tenido poco exito en esta actividad.
In fact, estoy llenando mis días con God of War, el juego para PS2 que ha ganado todos los Oscar de los juegos para consola. Trascendentalisimo: the epic adventure of conquest, destiny & revenge. Y si una sonrisa asoma en tu rostro, que puedo decir, cada uno llena su vida con lo que le da la gana, o no?
El asunto es que, todo se reduce a algo tan simple como lo que le sirvio magistralmente a Armando Roa Vial para ponerle título a un notable libro:
PARA NO MORIR TAN DESPACIO

P.D. Si desea comentar, cuenteme con que llena su vida, su vacío.

Un texto de Cioran, que tiene la virtud de interpretarme magistralmente (y de seguro también a un par o incluso decenas de millones de giles alrededor del mundo). El más grande pesimista de occidente y cuasi apologista del suicidio, que vivió barsamente hasta despues de los 80 años. Pero ese, es tema de otra entrada...

"No creo que le haya pedido demasiado a la vida, en realidad bien poco, esperaba algo más y ese algo más no ha llegado y no llegará (me temo). Sinceramente me gustaría estar a gusto con lo que tengo, y es eso precisamente lo que quiero pero no lo consigo, siempre quiero algo diferente a lo que tengo y cuando obtengo ese algo distinto (cuando lo logro) parece que ya no es tan bueno como pensaba o parecía, y es cuando miro hacia otro lado (para tratar de olvidar de eso que tengo y que no es lo que yo quería) y descubro que no, que estaba equivocado, que precisamente esta ahí, mi meta, mi objetivo, mis anhelos están ahí, y comienza la lucha otra vez para tratar de obtener ese otro 'caramelo' que he visto, y que llena otra vez mi vida con una ilusión, una nueva meta a conseguir. Pero la magia siempre desaparece cuando lo consigo, y en los casos que no lo consigo, esa es la razón de mi malestar, de mi 'desgracia', el no conseguirlo, porque así justifico mi insatisfacción, mi desgana de vivir, mi completa indiferencia ante los acontecimientos. Saber esto y no saber que hacer para solucionarlo es desesperante. Cuando hace años tuve la lucidez de intentar suicidarme, ese creo que fue el momento más pleno y consciente de toda mi vida, el más real y más consecuente. Nada hay en esta vida que pueda llenar este enorme e insaciable agujero negro que anida en mi interior, todo se lo traga y desaparece como si nunca hubiese existido. El Vacío es mi sino y mi sentido de vivir, porque cuando eres joven te engañan con falsas promesas e ilusiones sobre la vida, y nada de ello es cierto. La vida no es gran cosa, además de no darte nada, es simplemente una estancia en una gran mansión, la cual no es más que la estancia contigua ni menos que la otra ni la de más allá,... todas son igual de insignificantes y carentes de sentido, porque no existe ese sentido que nos empeñamos en imprimir a todos nuestros actos y a todas nuestras decisiones. Nada de lo que hagamos va a cambiar nada realmente, nada,... porque nada somos y en nada nos convertiremos, por los siglos de los siglos hasta el final de esta mierda de mundo. "

E. M. Cioran